El día de la historieta peruana se viene con fuerza. Si bien en años pasados, la conmemoración del 12 de setiembre – fecha escogida debido al reemplazo de tiras extranjeras por nacionales en el diario Última Hora en 1952 – ha sido confinada a un solo día, este año el comité encabezado por el Club Nazca ha decidido tomar el sábado 10, domingo 11 y lunes 12 de setiembre para sostener talleres, exposiciones, venta de comics y charlas con invitados internacionales. Cabe mencionar que en el pasado hemos recibido las vistas de artistas como Horacio Lalia, Enrique Alcatena y Diego Agraimbau.
¿Pero por qué un día de la historieta peruana? ¿Podemos argumentar acaso la existencia de un concepto tan etéreo? Si bien no poseemos una industria comercial que empuje la venta de comics nacionales por las decenas de miles, tenemos harto talento y coraje. Tenemos artistas revolucionarios que merecen ser celebrados y también una rica tradición que pide a gritos ser compartida (¿Cuántos de nosotros podemos decir que hemos leído la Selva Misteriosa?). Y es que aunque no lo crean, la gran mayoría de personas - y de seguro muchos de ustedes que están leyendo esta columna - ignoran los nombres de todos aquellos que sudan y han sudado la gota gorda creando viñetas y entintando páginas.
La celebración es entonces también una labor de rescate dedicada - siquiera por un fin de semana al año - a examinar y analizar el talento de todos los artistas nacionales que escogieron la narrativa gráfica como su lienzo. Y eso que si somos sinceros, un fin de semana es muy poco tiempo. Así que ya saben, a apuntarlo en la agenda.
Vía CIUDADANO POP
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