viernes, 11 de septiembre de 2009

Pablo Marcos en Perú 21


“Antes de que yo lo dibujara, Conan era flaco, delgadito”


Pablo Marcos es uno de nuestros mejores historietistas. Con 42 años fuera del país, su talento lo ha llevado a trabajar, por ejemplo, en Marvel y en DC Comics. Mañana, por el Día de la Historieta Peruana, recibe un homenaje, desde las 2 p.m., en el CCPUCP (Camino Real 1075, San Isidro).
Autor: Gonzalo Pajares C.

"Soy de Chincha. Somos seis hermanos. Tengo sangre negra por parte de mi mamá. Mi papá era un agricultor cholo. Mi padre nunca dibujó, era un hombre de campo, no terminó su educación, así que no sé a quién salimos medio artistas, pues tres de los seis hijos somos dibujantes. Recuerdo que, cuando yo tenía unos tres o cuatro años, ya dibujaba un western (toma su lápiz y empieza a dibujar hombres y animales con palitos). Hice un libro completo, cuadro por cuadro, de esta serie", nos cuenta uno de los homenajeados del Día de la Historieta Peruana, que se celebra mañana.

Fue un dibujante bastante precoz...
Sí. Y mire qué hábil era mi padre que, para motivarme, me empezó a comprar historietas del Pato Donald, de Mickey Mouse, los trabajos de Walt Disney, que hasta ahora siguen siendo mis favoritos.

¿Cómo empezó su carrera?
Como ya tenía interés y talento para el dibujo, a los 13 años empecé a trabajar en el diario La Prensa. Me tocó reemplazar a Julio Farlie. Luego le pedí trabajo a Miguel Li Carrillo, mi paisano chinchano, quien era gerente de una imprenta. Luego estuve en Rochabús, la revista de Guido Monteverde y, más tarde, en Expreso y en Extra.

¿También ha sido guionista?
Yo soy, sobre todo, un dibujante. Trabajaba con un guionista. Uno de los primeros con los que hice dupla fue con Hernán Velarde, quien escribió las historias de Benito Puma. Hasta entonces yo no hacía 'dibujo serio’. Uno de mis amigos, Carlos Sánchez Hernani, me animó a cambiar de registro.

Así nace su serie sobre James Bond.
Sí, eran los años 60 y se estrenó en Lima la cinta Dr. No, si mal no recuerdo, la primera sobre Bond. Empecé una serie que llegó a las 160 entregas. También hice una sobre Goldfinger, otra cinta sobre Bond. Ese fue mi inicio en el dibujo 'serio’.

¿Por dónde van sus intereses?
A mí siempre me ha gustado la acción, las historias épicas. Por eso, quizás, mis trazos infantiles sobre indios y vaqueros. De los muchos personajes que he dibujado, prefiero a Conan. Antes de que yo empezara a dibujarlo, Conan era flaco, delgadito. Yo lo hice musculoso. Tanto gustó que, por ejemplo, cuando hicieron la película, escogieron a Arnold Schwarzenegger, quien se parecía al personaje que dibujé.

¿Por qué se fue del Perú?
En 1967 me fui de vacaciones a México. Llevé mi portafolio y me contacté con la Editorial Novaro, que me contrató de inmediato para dibujar, entre otras series, Leyendas de América. Yo ya estaba casado y con hijos. Un año después los llevé a todos, así que nos salvamos del golpe de Velasco y de todo lo que después vino (ríe). Estuve dos años.

¿Y por qué se fue a Estados Unidos?
También me fui de vacaciones. Llegamos a Nueva York y un gran amigo me dio una dirección y un sobre, y me dijo: “Ve y busca a tal persona. Le entregas el sobre y le dices que disculpe la demora. Si no la encuentras, tú lo abres”. Llegué, le entregué el sobre y encontramos 800 dólares, que mi amigo me daba, desinteresadamente, para instalarme en Nueva York.

¿Se quedó como ilegal?
No. Nunca. A la semana conseguí trabajo, al lado de Sol Brodsky, en Skywald. Allí también tomé contacto con Boris Vallejo, otro peruano con gran éxito en el mundo de la historieta, quien dibujó a Tarzán y a Barbarella.

Y así empezó su carrera en Estados Unidos, sus dibujos para la Marvel, para DC Comics. Usted, por ejemplo, ha trabajado con Stan Lee, el creador de Hulk, Iron Man, el Hombre Araña.
Tuve la suerte de ser convocado por Stan Lee y Sol Brodsky para Marvel Comics. Con ellos participé en El Planeta de los Simios, Hulk, Los Cuatro Fantásticos, etcétera. Pero uno de los proyectos que más aprecio es Star Trek, que lo tomé desde el número cero. Estuve 10 años en la serie.

¿Hay un estilo peruano de historieta?
Claro. Juan, Málaga Grenet, por ejemplo, tienen un trazo propio, identificable. La tradición peruana es larga.

¿Usted se considera un artista?
Yo creo que sigo aprendiendo. Siempre hay cosas nuevas. Y, ahora que soy jubilado, tengo más tiempo para seguir creando y, repito, aprendiendo.



ATENCION
Para Coleccionistas:
Mañana los interesados en tener un dibujo original de este artista podrán consultar un catalogo de venta de su obra, en el stand habilitado con Historietas nacionales.

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